La familia de Cuneo crece, se llena de ambición y en la otra mano se agarra al experimentalismo para unir de todas las piezas en su nuevo “Celestines”, un disco que reúne hasta 7 componentes repartidos en otros proyectos como Habitar La Mar, The Wax, Delobos, Virgen, Zombies & Diamonds, Galgo o Turbian.
El paso es firme, notable y sobre todo abierto a la evolución y la búsqueda de nuevos territorios para la banda. Observando el bagaje de sus músicos y la reputación que les precede, el simple hecho de verlos unidos en un mismo proyecto, ya es toda una atracción que rápidamente se balancea en nuestras emociones, asaltando rápidamente nuestra alma, nuestro corazón y la conexión con las imaginaciones de nuestro cerebro cuando pasan los minutos y estamos absortos en un disco para la memoria de este 2022 como es “Celestines”.
Su debut homónimo estableció unas direcciones en la banda, a veces por los derroteros más vertiginosos del post hardcore, pero siempre con esa conexión atmosférica derivada en el post rock. Este último atributo aquí se agranda mucho más que su hermano y se presenta como un disco mucho más experimental, pero sobre todo cautivador en los momentos de intensidad melodiosa. Hay un contexto claramente alternativo en el mismo, rezuma esa sensación de mediados de los 90 que respaldan lo que hoy en día se conocen como grandes clásicos del género, y en este caso, Cuneo nos da ese baño de nostalgia para caer rendidos a su magia.
La evolución de los músicos lleva una mecánica constante, tanto es así que las partes con el progresivo tampoco se dejan de lado y las colaboraciones, más allá de las 7 cabezas pensantes que conforman los esquemas de “Celestines”, también llegan desde otros proyectos como Violencia Lírica o Los Manises. El ver crecer en números un proyecto como Cuneo, es de entender que las ramificaciones sonoras se multipliquen y en esto es exactamente lo que radica en la naturaleza de “Celestines”.
Un disco abierto a la inmensidad y la capacidad creadora de todos sus componentes, para ensalzar la rúbrica de esta heroica que es “Celestines”. Un disparador de estímulos en toda regla para una vuelta triunfal de esta banda que reparte músicos por toda la geografía española, y a su vez nos da una clase maestra de hasta dónde puede llegar la imaginación de un artista desde una perspectiva que derrocha magnetismo por los cuatro costados.

(La Habitación 235)