La unión de la desunión, el orden entre el universo progresivo, la fábula de reinar en un laberinto prodigioso. Un millón de ocurrencias para volver a disfrutar de unos músicos, únicos en su especie; “Cró!. El nuevo “Buah! Vuelve a imperar en ese motor gravitacional que es su compleja temática, llevándonos por desarrollos prósperos, llenos de multitud de giros de guion, bajo el uniformado contorno al cosmos que proyecta en esta nueva aventura del combo de 4 piezas. Otra nueva alucinación que abre sus ojos ante un tiempo comedido, sin largos pasajes, pero compactado desde una fórmula maestra para que en tiempos de duración estándar, brille su mejor rúbrica sonora.
Todo esto con ese elenco de detalles e innumerables elementos que rondan un sinfín de instrumentos protagonistas. Con la mezcla y máster final de Pablo Iglesias en Radar Estudios de su Vigo natal, y la cubierta exterior obra de Joseba Muruzábal sumado al diseño de Monte Piñeiro, abrimos las puertas de este nuevo encuentro con Cró! cargado de una experimentación hacía el surrealista firmamento psicodélico progresivo de los gallegos. Dignos de mención desde este planeta turbulento, lleno de alteraciones y desvaríos mentales, pero también ponderado de ideas vanguardistas que llenan aún más la eterna innovación en cada propuesta que les lleva a una nueva parada en su discografía esencial.
Diversidad de cambios de tiempo, en una unión cósmica de técnica y destreza para el abarque expansivo de un álbum como “Buah!” Sus muchas disparidades nos pueden llevar a sus lugares tan recónditos como el jazz o los tramos más frenéticos de la psicodelia. Una banda no exenta de sorpresas, exploradora de sus muchas ideas, y nuevamente llevándolos al límite de sus posibilidades en este nuevo encuentro aferrado a una nueva síntesis acorde a sus más estrictos principios musicales.

(La Habitación 235)