ARTISTA: SUPERSIDERS
TITULO: SUPERSIDERS
FORMATO: 7"
SELLO: MUSIC SAVED MY LIFE
REFERENCIA: -

CANCIONES:

Raining In Town
Un Chico Enfermo

Baby Blue 

INFO:

Lo admitimos. Suena un poco extraño hablar de una banda que hace revival de un movimiento que a su vez fue un revival. Es el caso del revival Garage que golpeó en los 80 desde los Estados Unidos, sobre todo en San Diego, todo el occidente musical avido de dejarse crecer el pelo, las patillas, berrear, y poner los amplis Voxx al máximo volumen. Asturias, tierra de reconquista, nunca ha dejado de amamantar sujetos de este tipo, enfermos sufridores del eterno picor de niki necesitados de medicina en forma de Hammonds, Farfisas, Voxx Phantoms y demás utensilios del demonio.
Sabedores de que sus malas intenciones son aún peores si las acompañan de sucio e infecto vinilo, aquí te traen, joven gaznapiro, sus últimas y aberrantes creaciones. Disfruta como un gorrino con la infecciosa “Raining in town”, donde no sólo recuerdan a titanes del revival 80's como sus adorados Lyres, Miracle Workers o Chesterfield Kings, si no que siguen el camino más desconocido pero igualmente ácido y lisérgico de bandas noventeras inglesas como The Mourning After o The Nuthins. En “Baby Blue” se adentran en terrenos folk-psych como unos alumnos aventajados de la Chocolate Watchband (haciendo un guiño precisamente al inmenso cover que los californianos hicieron en su día del tema de Bob Dylan con el mismo título), transformando por momentos la Asturias de fabes y sidra en una nueva Costa Oeste de lisergia y cornezuelo de centeno. Para terminar de volarte la cabeza se atreven con el idioma de María Teresa Campos y Montoro (vamos, el idioma en el que estás perdiendo el tiempo leyendo esto en vez de las crónicas de Hermann Tertsch en el ABC), emparentándose con las bandas patrias que tuvieron las agallas de cantar en tan castiza lengua como Los Negativos o Los Contentos, aunque a quienes más te recordarán (excepto si tienes la cultura musical de Paquirrín) es a la versión más sucia de los Hollywood Sinners o Doctor Explosión, cuyo descerebrado factotum, por cierto, se ha puesto a los mandos de la producción de esta venenosa rodaja con su bata blanca y su flequillo recién alisado en los afamados estudios de Circo Perrotti.
Esto es lo que hay chavalada. Sudor eterno, noches de frescor, un picor de niki que nunca se va, y el garage que ha venido para quedarse, como los reptilianos, claro que eso, de momento, aún no lo sabéis.