Llamado así por la ciudad que lanzó al grupo original de Alice Cooper en el camino hacia el éxito, “Detroit Stories” sigue al EP “Breadcrumbs” del año pasado como un homenaje moderno a la escena del Rock n Roll más dura y loca que jamás haya existido. En 1970, el novato productor Bob Ezrin entró en una granja en las afueras de Detroit para trabajar con la banda de Alice Cooper. Abandonando el flower power de Los Ángeles, porque eran lo opuesto al ideal hippie de paz y amor, Alice había traído a su pandilla decididamente más oscura a su lugar de nacimiento, a la legendaria escena del rock que dio origen al hard rock, el garage rock, el soul, el funk y el punk. ...y más. Ezrin ejercitó a la banda durante 10 horas al día para definir su sonido característico. Cada vez que acertaban con una canción, los reclusos del hospital para criminales dementes al otro lado de la calle aplaudían y así nacía el clásico sonido de Alice Cooper. “Los Ángeles tenía su sonido con The Doors, Love y Buffalo Springfield”, dice Alice Cooper, “San Francisco tenía a Grateful Dead y Jefferson Airplane. Nueva York tenía The Rascals y The Velvet Underground. Pero Detroit fue la cuna del hard rock furioso. Después de no encajar en ningún lugar de los EE. UU. (en términos musicales o de imagen), Detroit fue el único lugar que reconoció el sonido de hard rock impulsado por la guitarra de Alice Cooper y nuestro loco espectáculo en el escenario. Detroit era un refugio para los marginados. Y cuando descubrieron que nací en el este de Detroit... estábamos en casa”. 50 años después, Alice y Ezrin reunieron a algunos músicos legendarios de Detroit en un estudio de Detroit para grabar Detroit Stories, el nuevo álbum de Alice Cooper que celebra ese espíritu para una nueva era. Si el EP “Breadcrumbs” de 2019 marcó el camino hacia la ciudad, Detroit Stories se conduce como un muscle car por Woodward Ave.